martes, 8 de julio de 2014

Smart Cameras

Hace unos meses tuve la suerte de ser invitado a un curso de Smart Cameras impartido por la gente de la empresa Visión Online. La verdad es que al principio era un poco escéptico con esta tecnología, pero al final quedé gratamente sorprendido.

Si no conocéis este tipo de cámaras probablemente os estaréis preguntando qué tienen de especial, qué hacen que no haga el resto. Pues bien, además de poder capturar imágenes como cualquier otra cámara, son capaces de procesarlas en tiempo real gracias al procesador que traen en su interior. A simple vista puede no parecer una gran ventaja, pero esto nos permite ahorrarnos los ordenadores una vez que el sistema está instalado, lo que puede conllevar un gran ahorro de dinero y de espacio ya que estas cámaras puede llegar a entrar en la palma de la mano.

Smart Camera
Smart Cemera de la marca VC

Sí, lo sé, se os habrá encendido una gran alarma roja. ¿Es comparable la capacidad de procesamiento de un aparato que cabe en la palma de la mano con un ordenador? Yo en su día me preguntaba lo mismo, hasta que probé una, concretamente una como la de la foto y quedé como ya he dicho, muy satisfecho. Mirando un poco las especificaciones de esta cámara, que se encuentra en un punto intermedio en potencia, se puede ver que tiene una capacidad de procesamiento de 5.600 MIPS (Millones de instrucciones por segundo). Para que os hagáis una idea, un procesador ARM Cortex A8, muy utilizado en móviles y tablets, tiene 2.000 MIPS y un ordenador de hoy en día puede tener unos 20.000 MIPS por núcleo. Con este dato podríamos decir que en cuanto al procesamiento se encuentra a medio camino entre un móvil y un ordenador. Pero aquí no termina la cosa, hay que tener en cuenta que las instrucciones del procesador y las librerías de programación, que por lo gueneral son propias, están optimizadas para el procesamiento de imágenes (se trata en realidad de un DSP), lo que nos da una capacidad más que suficiente para la mayoría de aplicaciones industriales.

Pero no todo son ventajas. Al necesitar de librería propias para ser programadas, puede resultar un tanto engorroso el trabajar con ellas. Sin embargo los fabricantes cada vez intentan ponérnoslo más fácil, y suelen tener herramientas para facilitar el proceso. Algunos fabricantes incluso se han lanzado a la programación gráfica haciendo que el proceso se mucho más sencillo aunque menos optimizado como es lógico.

Otro tema a tener en cuenta de este tipo de cámaras, y que es muy importante, es que además de un puerto para enviar y recibir datos, suelen contar con entradas y salidas para señales digitales, ideales para procesos industriales. Se pueden conectar a un PLC o a un robot industrial de una forma muy sencilla, lo que simplifica mucho los sistemas de este tipo. La cámara que yo utilicé usaba un puerto ethernet para la comunicación de datos y dos entradas y 4 salidas a 24 VDC. 

Todo esto hace que las samart cameras sean perfectas para la industria, donde no se suele necesitar una gran capacidad de cómputo y las entradas y salidas son esenciales. Además existen multitud de configuraciones posibles. Distintas resoluciones, tipos de sensores, ópticas y procesadores. La gama es muy amplia, aunque de momento sólo las he visto en RGB y escala de grises, seguramente dentro de poco saldrán también en otros formatos como infrarrojas o térmicas.

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