sábado, 12 de julio de 2014

Biometría Informática

Hay mucha gente que no lo sabe, pero la biometría informática está estrechamente ligada con la visión artificial. Y es que hay una gran diversidad de rasgos físicos que pueden ser utilizados para identificar a una persona, y la mayoría necesitan de algún tipo de procesado de imagen. Cara, huella dactilar, iris, retina, firma manuscrita... Son algunos ejemplos de rasgos físicos utilizados hoy en día para la identificación de personas que necesitan de estas técnicas. Algunos parecen más de ciencia ficción, o de película de acción, otros están más extendidos en nuestro día a día, como por ejemplo la identificación de huella dactilar, que ya es posible encontrarla en un sin fin de dispositivos. Aunque la mayoría de estas técnicas parezcan futuristas, el estado del arte en estos temas está bastante avanzado, y cada vez se ven más productos comerciales que nos ofrecen sistemas de identificación.

Biometria huella dactilar
Sistema biométrico comercial de huella dactilar

Como he dicho, muchos de estos sistemas se basan en visión artificial. Es decir, en el procesado de imágenes para obtener la información necesaria que identifique a nuestro usuario. Las imágenes se pueden capturar de muchas formas, no necesariamente con una cámara convencional, sin embargo, el proceso que se sigue a partir de estas imágenes siempre es parecido. Primero se extraen una serie de características o descriptores que diferencian a cada persona. Por ejemplo, en huellas dactilares, se descompone el dibujo en distintas figuras que se ha observado que son muy comunes y se guarda su posición y orientación, ya que estas sí son únicas de cada individuo. Para que os quede más claro echadle un vistazo a la siguiente imagen.

Huella dactilar cresta figuras identificación
Ejemplo de la descomposición de una huella dactilar


A la hora de elegir un sistema biométrico, para por ejemplo restringir el acceso a una zona  o para acceder a unos documentos informáticos, hay que tener en cuenta una serie de aspectos. Para empezar hay que tener claras las características del rasgo físico elegido. Que todo el mundo lo tenga (universalidad), que no existan dos personas con un rasgo idéntido (unicidad), el período de tiempo en el que el rasgo no cambia (permanencia) y por su puesto que sea medible de alguna forma (cuantificable), son las principales a tener en cuenta. La elección dependerá de lo que queramos proteger y de quién lo queramos proteger.

Aparte de las características del rasgo físico hay que tener en cuenta otros aspectos relacionados con el sistema que se va a implantar. El primero es la fiabilidad del método, o cómo de bueno es distinguiendo a una persona de otra. Se pueden medir con una serie de parámetros como FAR, FRR... No entraré en detalle porque podría dedicar un post entero a este tema. Después hay que tener en cuenta aspectos relacionados con la usabilidad. Si es cómdoo de usar y el grado de aceptación de la gente hacia el sistema. No es lo mismo poner un dedo en una superficie para que el sistema te lea la huella dactilar a tener que someterse a un lector de retina, que suelen ser mucho más intrusivos ya que se necesita que el sensor mire dentro del ojo.

Otro tema muy importante a tener en cuenta es el de la seguridad. Para que un sistema biométrico funcione necesita una base de datos con los usuarios registrados. Esto supone tener información sensible de un grupo más o menos grande de gente (nombres, los datos biométricos, quizás edad, sexo...), por lo que hay que implementar sistemas de seguridad para que estos datos no sean robados o manipulados sin nuestro consentimiento.

Resumiendo, a la hora de elegir un sistema biométrico, hay que tener presentes una serie de aspectos. Desde las características de los rasgos físico con los que se puede identificar a una persona, hasta la seguridad de los datos que se almacenarán , pasando lógicamente por las características del propio sistema.

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