sábado, 19 de julio de 2014

Reflexión sobre la información en imágenes

Desde que empecé con esto de la visión artificial, he podido trabajar con muchos tipos de imagen. La mayoría de la gente cree que sólo las cámaras digitales pueden captar imágenes digitales pero no es cierto, existen multitud de sistemas que nos dan imágenes.

Desde imágenes térmicas o de profundidad, hasta imágenes de radar o sonar, pasando por imágenes médicas tomadas con rayos X, resonancia magnética o ultrasonido. Todas ellas representan cosas bien distintas, y sin embargo, se representan de la misma forma, con una matriz de puntos, que es lo que viene siendo una imagen digital.

termografía imagen térmica
Ejemplo de imagen termográfica

No es raro que haya tantos tipos de imagen. El sentido que más utilizamos y que más información nos da es la vista. Por ello siempre hemos tratado de llevar cualquier fenómeno físico de nuestro alrededor a este terreno. Por eso y porque es realmente fácil hacerlo, y me explico.

Una imagen es básicamente una matriz de puntos o píxeles, donde cada punto tiene un valor. ¿Y cómo se asigna a cada punto un valor? te estarás preguntando. Las imágenes tienen dos dimensiones fundamentales, ancho y alto que se suelen relacionar con dos dimensiones del mundo real. Puede ser ancho y alto, como en una imagen normal (procedente de una cámara de fotos), o no, dependiendo del fenómeno físico que se quiera medir. Así, cada posición o píxel dentro de la imagen corresponde con dos dimensiones y el valor del píxel con una magnitud. En el caso de las imágenes convencionales, la cantidad de luz que procede del mundo real. Pero puede ser cualquier magnitud física como temperatura, intensidad de sonido, o incluso otra dimensión como en el caso de las imágenes de profundidad, donde la magnitud representada es la distancia de la cámara a los objetos que percibe (con lo que se representan las tres dimensiones del espacio).

Imagen profundidad disparidad kinect
Ejemplo de una imagen de profundidad

Es muy fácil encontrar fenómenos físicos que varíen según nos movemos por el espacio. De ahí que sea sencillo convertirlos en imágenes, porque realmente sólo se están capturando un montón de datos de forma ordenada. Y es que debido a este orden que mantienen las imagenes, no sólo es más fácil para nosotros percibirlos, sino que también es más fácil procesarlos.

Cuando se trabaja con imágenes, hay que tener muy claro de donde proceden, qué están representando y los fenómenos físicos que se ven involucrados en ello. No es lo mismo una imagen térmica que una de resonancia magnética, y a la hora de tratarlas y procesarlas puede que las técnicas que se usan en unas no sean compatibles con las otras.

Por lo tanto, existen muchos tipos de imagen, porque existen muchos tipos de fenómenos físicos y las imágenes son herramientas muy cómodas para poder percibirlos y procesarlos. Cada tipo de imagen tiene sus características, y es importante tenerlas en cuenta cuando se trabaja con ellas.

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